Masajes en el cuello ¿como darlos?

Los masajes en el cuello sin duda son beneficiosos cuando se trata de dolores musculares y de tensión acumulada en la zona alta de la espalda producto del estrés diario y de las grandes responsabilidades con las que contamos. Lo cierto es que su presencia de ser permanente puede dar lugar a lesiones; ante esto es vital entonces aplicar algunos movimientos encaminados a aliviar las tensiones que se encuentran presentes en tu cuerpo.

En este post te daremos algunos consejos para que siendo estudiante o no de masoterapia y quiropedia cuentes con la capacidad de eliminar estas tensiones y dolencias tan comunes hoy día.

Cómo dar masajes en el cuello

Pues bien antes de iniciar es fundamental entender que el cuello es concebido dentro de nuestro arte como uno de los elementos más vitales para garantizar la salud del cuerpo, el mismo suele verse afectado ante la incidencias de numerosos factores. Muchas veces la razón por la cual se produzca en nosotros dolores de cabeza, de espalda y cuello se debe a las tensiones que se depositan en este último.

Conoce los tipos de masajes y descubre lo ideal que es esta practica para ti

Para hacer nuestro masaje debemos comenzar haciendo movimientos suaves como de amasamiento, en post anteriores expusimos en que consistían estos, podemos también hacer pequeños pellizcos en la nuca partiendo entonces desde el cuello. Es importante entender que al hacer el masaje debemos también centrar la atención en la zona de los hombros en esta zona es prudente hacer movimientos profundos y suaves tal como lo hicimos en oportunidades anteriores en la espalda.  Cursos de masajes profesionales

Otro movimiento altamente recomendado es aquel que consiste en dibujar círculos teniendo por base los dedos alrededor de los músculos que se hallan en los lados del cuello.

Podemos también levantar con sumo cuidado la cabeza de nuestro paciente, a la vez que la sostenemos con una mano apoyada en el mentón, masajeamos bajo la técnica de amasamiento el costado del cuello hasta llegar a los hombros, tras haber hecho esto procedemos a hacerlo en el otro lado. Regresamos la cabeza a su lugar, es decir, apoyada sobre los brazos y masajeamos los hombros con suavidad.

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Masajes en los pies la mejor alternativa para relajarte

Por lo general, todos amamos ser consentidos y disfrutar de un momento en el que sólo nosotros seamos lo más importante, los masajes en los pies es lo ideal, no necesariamente debemos recurrir a esta técnica cuando sintamos dolor muscular, también podemos aplicarnos en una sesión de masajes por el sólo hecho de querer gozar de un momento a solas y un cariño para nuestro cuerpo.

Un buen masaje relajante va concatenado a muchos elementos, no sólo la presión ha de ser constante para que así el masaje sea efectivo, también debemos considerar otros aspectos de entre los que está un clima agradable con una buena música o un buen aroma, ser especialista en quiropedia y en masoterapia no es sencillo, se requiere de grandes conocimientos y habilidades, una de las más vitales son aquellas que están asociadas a los masajes en los pies. Cursos de masajes profesionales

¿Cómo dar masajes en los pies?

Lo más recomendable es iniciar colocando los pies en agua tibia durante unos 10 minutos aproximadamente, hacemos esto dado que deseamos estimularlos eliminando así el dolor que pueda estar contenido en ellos.

Como dar masaje en la espalda

Al pasar el tiempo, lo secamos y colocaremos una toalla por debajo de estos, aplica un poco de aceite o de crema en tus manos puedes usar el de tu preferencia. Comenzaremos entonces masajeando un pie, para ello debemos de ser sutiles iremos desde la parte superior, es decir, desde los dedos al tobillo, después nos enfocamos en la planta de los pies.

La presión es importante así que recuerda siempre ir de mayor a menor, lo más recomendado es que el mayor nivel de presión se localice en las zonas de más dureza, dibuja movimientos circulares en la planta haciendo uso de tu dedo pulgar. Tras haber investido unos minutos es pertinente sostener el pie con una mano y ayudarlo así a girar hacia la izquierda al menos 4 veces para así cambiar la dirección y hacer el movimiento hacia la derecha.

Por último juega con las yemas de los dedos, amasa entonces cada uno de ellos comenzado con el más gordo hasta alcanzar el meñique comienza con la raíz y mientras aplicas una presión leve alcanza la punta de ellos. Finaliza acariciando los dedos y pies, una vez hecho esto cambia de pie y aplica los mismos movimientos.

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Masajes relajantes ¿cómo darlos?

Tanto para estudiantes dedicados a la quiroterapia o masoterapia como para aquellos aficionados que sienten cierto interés hacia este ámbito, es fundamental saber los procedimientos necesarios para dar los llamados masajes relajantes.

El principal objetivo de los mismos, tal y como su nombre lo indica no es otro que aliviar el estrés y garantizar un estado de bienestar en el paciente o en aquella persona a la cual se le aplica, esto se logra a través de la descontracturación de los músculos lo cual arroja una sensación de calma que es ideal y es anhelada por muchos.

¿Cómo dar masajes reductores?

Antes de comenzar es esencial saber que los movimientos deberán ser suaves y constantes, su aplicación debe centrarse en las zonas de mayor tensión, el objetivo de esto no es otro que el de relajar los músculos, la idea entonces es explorar y visualizar cada parte del cuerpo de la persona a la que se le realiza el masaje.

Preparación

Porque lo que deseamos es relajar y calmar las tensiones del paciente, es importante garantizar un ambiente en el que no exista el estrés u otra perturbación, para ello el lugar debe contar con una iluminación agradable, con música instrumental y aromatización, cada uno de los elementos descritos son a consideración del masajista y el paciente, pero estas opciones son excelentes. Cursos de masajes profesionales

Hacerlo es sencillo

A la hora de realizar masajes relajantes es prudente utilizar la mano entera, esto evitará que aparezca el cansancio y hará los movimientos más placenteros.

  • En un primer instante debemos indicarle al paciente que comenzaremos y que por tanto es necesario que contenga el aire unos cuantos minutos.
  • Comenzamos entonces aplicando los movimientos en la parte baja de la espalda para ir subiendo de a poco hasta alcanzar la parte superior, respetando entonces el flujo sanguíneo que va hasta el corazón.
  • Puedes formar círculos con los dedos alrededor de las zonas los hombros, la cervical y la media espalda.
  • Debemos recordar que un masaje tiene una secuencia y un ritmo que no debemos romper, es decir, si comenzamos con ambas manos quitar una de ellas acaba con el equilibrio.
  • Podemos finalizar el masaje con la técnica del abanico, para hacerlo debemos separar mucho los dedos para ir pasando de la espalda al cuello, en este punto no aplicamos presión.

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